sábado, 8 de junio de 2019

Día #1: Tbilisi: Nuevo Tbilisi & Sololaki

Bendito sueño reparador que todo lo cura! (bueno, el desayuno también ha ayudado).

Camino del comienzo de nuestro recorrido de hoy, hemos pasado por el complejo de servicios públicos de la capital, un edificio con una estructura moderna como si de unos pétalos se tratara.



Todo diseño también en su interior, pero sobre todo funcionalidad a raudales. 


Aunque no pertenecen, porque no son Europa, a la UE, sí que les gustaría y de hecho tienen algún que otro acuerdo firmado... de ahí lo de las banderas.

También hemos empezado a asomar la cabeza por esas casas señoriales de antaño, que nos deslumbran con sus puertas, sus vestíbulos y sus pinturas y escaleras... todo un lujo, en muchas ocasiones deteriorado y abandonado. Una pena. 



Antes de cruzar el río, en Dedaena Park está el Dry Bridge, un mercadillo de lo más original que por un momento nos ha recordado al de Izmailovo que visitamos a las afueras de Moscú. Aquí puedes encontrar de todo, pero destacan los objetos rusos, como casacas, trajes militares, máscaras anti-gas, cámaras de fotos, medallas y un sinfín de cosas de lo más variopintas. 



Lo primero que ves nada más cruzar el puente es el galardonado por su diseño, hotel Moxy. Digamos que es como la nueva marca de los hoteles Marriott. Impresionante su diseño exterior e interior. 





Este hotel no deja de ser otro ejemplo más de los continuos contrastes que te puedes encontrar en esta fascinante ciudad, donde a escasos 50 metros, una señora se asoma a su balcón medio derruido a tender la ropa...

Estamos ya en una de las zonas de más auge en la ciudad, con una mezcla de lo alemán, lo turco, historia sovietica y arte callejero georgiano moderno. La zona de Marjanishvili y, sobre todo su calle principal Agmashenebeli (joder con los nombrecitos!) te llevan en cuestión de segundos a ciudades como Praga, Paris, Riga... y es que por momentos, esas casas del siglo XIX se asemejan un montón. 







El principio de la calle ha sido además recientemente restaurado y peatonalizado, permitiendo disponer numerosos bares y clubs a lo largo de este tramo. 




Pero tan solo tienes que tomar una bocacalle y zas! ... ya estás de vuelta a Tbilisi. 









La influencia de la arquitectura europea de los siglos XIX y XX se hace notar y hemos podido comprobar varios ejemplos. 

Una de las casas que destacaba la inigualable e inmejorable guía de viaje que traemos, estaba cerrada. Vaya, con la escalera, pinturas y demás que debe tener por dentro. Pues he aquí que un chico nos ha debido ver tan interesados que se ha acercado a nosotros para preguntarnos si nos gustaría echar un vistazo al interior. Así que, gracias a la amabilidad del nieto del antiguo propietario de la casa y que hoy están intentando recuperar, hemos podido disfrutar de esta maravilla...














Aunque los patios interiores de las casas donde, repetimos, vive la gente, son de lo que más nos está llamando la atención. 

Lo que no ha sido restaurado, se le intenta dar un uso diferente. Como es el caso del proyecto Fabrika, una especie de LX Factory en Lisboa o, en menor medida, nuestra Fábrica de Artiach en Zorrotzaurre. Esta antigua fábrica textil, primero te sorprende por sus grafitis modernos y mosaicos rusos de su fachada...






Luego, su interior presenta dos zonas bien diferenciadas, como son su patio, con sus tiendas, bares y zonas de co-working...





...y su lounge con lo mismo, pero diferente...


Hemos dudado si comer aquí o seguir camino y, al final, hemos optado por lo segundo, no sin antes pasar por delante de dos Iglesias que simbolizan la mezcla de culturas que por aquí han pasado y un hoy en día pueblan estas calles. La iglesia rusa de Nevsky y la católica de San Pedro y San Pablo...




La comida ha sido en las antiguas taquillas del desaparecido Teatro Apolo,  comida casera regalada de precio y, algo muy divertido, pero muy típico en Georgia, la limonada con la que la hemos acompañado. No penséis en una limonada al uso, sino en extractos 100% naturales de, en nuestro caso, estragón y vainilla, con el famoso agua con gas. El color no invita pero el sabor, ay el sabor!!! Ahora entendemos porque aquí todo el mundo las bebe, independientemente de la edad y religión que profese. 


Pero que sería de una comida sin su helado de postre, para también tratar de soportar el calor que hoy de nuevo estamos teniendo (32ºC). Nos habían recomendado que no se nos ocurriera no probar los Luca Polare (gracias Luismi, qué razón tenías). Somos muy heladeros y los de este sitio son de lo mejor que hemos probado nunca. Sin palabras. 



De vuelta al centro, algún edificio significativo ruso (Business Center Mosaic), con sus mosaicos de colores...


...y hasta un palacete (Art Palace) con su toque morisco...


Con esto, hemos dado por terminada la primera parte del día. Mucho menos cansados que ayer, así que hemos querido ver una zona, muy poco frecuentada por el turismo y que en el pasado debió ser una pasada por sus palacetes y casas de estilos variados, principalmente europeos de fin de siglo.  

Partiendo de la céntrica Plaza de la Libertad, colina arriba empieza el Barrio de Sololaki, que parece haberse detenido en el tiempo. El distrito de los ricos comerciantes y artistas que nos regala de nuevo, casas de época, con sus fachadas, sus vestíbulos, sus patios ...

No vamos a aburriros con nombres de casas, propietarios, arquitectos, estilos arquitectónicos, etc. Tan solo vamos a compartir una lista de fotos para que podáis haceros a la idea de lo que se respira por este barrio. Nos ha encantado. 
































Además, es una zona con varios garitos que ya hemos apuntado para próximas citas gastronómicas. 

Y antes de dar por concluido el día, una cena ligera y tranquila viendo anochecer en uno de esos balcones tan característicos de la cuidad y que no nos cansamos de fotografiar. 









Seguiremos informando. 







4 comentarios:

  1. En el teatro al lado de ese Luca Polare es donde vi a Jordi Savall!!!!
    Me hacéis salivar...
    Y no me acordaba de las ensaladas: tomate y pepino hasta para desayunar!!!! ¿Ya ha empezado la época de las sandías? Es que son pequeñitas... lo mismo es aún pronto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sandías hay, pero tampoco abundan de momento. Y sí, lo de las ensaladas para desayunar/comer/cenar... es una pasada. Los tomates y el pepino son deliciosos, espectaculares... nos quedamos sin calificativos.

      Eliminar
  2. Hola chicos, hoy me toca maratón de entradas en el blog.
    Increible la arquitectura, ¡ que casas¡ Una pena el estado de muchas, pero por lo menos las han mantenido. Vendrán tiempos mejores.
    Besitos

    ResponderEliminar
  3. Muchas de las casas, al pertenecer a varios inquilinos, no hay manera de ponerlos a todos de acuerdo para su rehabilitación (debido a su alto coste). Esperemos que vengan tiempos mejores.

    ResponderEliminar