martes, 18 de junio de 2019

Día #12: Akhaltsikhe - Adjara

Vamos quemando etapas en el viaje-aventura por Georgia... y eso se nota en el cuerpo. Hoy nos han tocado a la puerta (antes de la hora!) para avisarnos que el desayuno estaba listo. Pensábamos que lo iban a servir en la terraza, donde cenamos ayer, pero la amable y sonriente chavala de la casa, nos ha indicado que bajáramos al comedor de su casa. Allí nos estaba esperando un suculento y extenso desayuno: la ya clásica y exquisita ensalada, queso, huevo cocido, pan, mermeladas varias... y hoy como novedad, patatas fritas (!) y unos khinkali de carne súper ricos! Vaya manera de empezar el día.

Con las mochilas en el maletero del coche, hemos cruzado la calle y entrado en la fortaleza de Rabat, por la que ya paseamos anoche, pero esta vez para no perdernos detalle alguno. 

Abrían a las 9, y hemos llegado antes que los taquilleros... Y con las mismas, hemos pensado que lo mejor era subir hasta la parte más alta, para estar lo más solos y tranquilos posible, antes de que algún grupo organizado llegara al complejo. 

Qué maravilla de sitio! La muralla engloba la ciutadela, la mezquita con su madrasa, la iglesia... 














...los jardines con sus fuentes y el agua cayendo creando una sensación de paz y serenidad, como seguramente sólo los árabes sabían crear...


Ya no sabemos ni a dónde mirar, porqué recoveco meternos, cual es la mejor instantánea... En definitiva, este lugar nos ha parecido mágico, especial...

Tras más de 2 horas de pausada visita, rumbo a las montañas. En esta ocasión, no hablamos del Cáucaso, sino de las montañas de Adjara. Se trata de una región autónoma dentro de Georgia, autonomía ganada hace años, quizás por el temor del Gobierno a que pudiera pasar algo similar a lo de Osetia del Sur y Adjasia (en este caso, Rusia no les apoyó, por lo que la decisión fue seguramente inteligente).
Nuestro destino final en Georgia será Batumi, en la costa del Mar Negro. Para llegar allí, la manera más cómoda es vía Kutaisi. Sin embargo, eso hubiera significado desandar muuuuucho camino, o haber planificado las etapas de manera diferente. En nuestro caso, desde Akhaskilkhe, se puede llegar a Batumi atravesando las maravillosas y desconocidas montañas de Adjara. 
El paisaje es maravilloso, la carretera un infierno. Pero ya lo sabíamos, así que no hay excusa. A veces te entran dudas de si la paliza de conducir tantos kilómetros por terreno no asfaltado, sorteando baches, cruzando riachuelos, etc. y todo con un 2x2... compensa. La verdad es que aunque hemos acabado agotados, la experiencia ha merecido la pena.




Por sus paisajes...





...por retroceder en el tiempo, en estos parajes donde las casas o dachas de madera salpican los verdes prados, con los neveros de las montañas aún dibujando esa pizca de color blanco... Una aldea se sucede detrás de otra, y todas con la misma estampa...











Una vez atravesado el punto más alto (2.025 metros) en el Gordezi Pass, hemos parado a comer y estirar las piernas, disfrutando de nuevo de unas vistas impresionantes.






Estamos en el término municipal de Khulo, y es el el propio pueblo del mismo nombre, a donde nos dirigimos a dormir. No ha sido fácil encontrar la casa o mejor dicho, granja, donde vamos a dormir hoy. La comunicación con la gente de la casa nos ha hecho tirar de traductor ruso-georgiano-inglés. Aún con estas dificultades, y subiendo hasta muy arriba en el pueblo, por fin hemos encontrado el idílico lugar... y hemos podido saludar a la señora.




Ya sabéis la pena que nos dio el otro día  no poder subir a los teleféricos de Chiatura. Pues bien, aquí en Khulo, se encuentra el segundo teleférico más largo de Europa, sin apoyos, con sus 1719 metros de largo, 280 metros de altura y un viaje que dura unos 10’ !!! Conecta el pueblo de Khulo con la aldea de Tago al otro lado del valle, sobrevolando el río, y todo el bosque de coníferas. 





La experiencia, indescriptible. Las medidas de seguridad, inexistentes!









Ah, y para amenizar la espera al viaje de vuelta, le hemos preguntado al ‘operario ‘ donde podíamos tomar un café, y nos ha llevado a su casa, reconvertida en una especie de bar... donde nos ha preparado un café turco, con un pastel casero... 


De vuelta en la granja, hemos disfrutado del silencio, solo roto por la llamada a la oración, ya que como dato curioso en Adjara, es que aquí está la mayor concentración musulmana del país y hemos visto más mezquitas que iglesias y numerosas mujeres con pañuelo a la cabeza. 


Hoy cenábamos en el alojamiento, sin saber cuál sería el menú. Mientras estábamos en el porche, los olores ya presagiaban un festín. Y vaya festín. El hijo de la casa nos ha avisado que la cena estaba lista (en un inglés básico pero muy decente). En el comedor de la casa, la madre y el padre nos dan la bienvenida (solo hablan georgiano y ruso)... y sobre la mesa un surtido de platos, a cuál más sugerente. 

Todo atenciones, amabilidades, explicándonos los platos, que todos los ingredientes son producidos en su huerto, nada de supermercado!!! (guiso de berenjena, una especie de pisto, khinkali de carne, ensalada georgiana, patatas cocidas con cebolla, pan casero, bollito...) 

Que si queréis un té, que probéis este cognac... todo muy, digamos, surrealista, comer en su salón mientras ellos veían la tele y su gato Max andaba por allí ronroneando...
Experiencias que no olvidaremos, de nuevo la amabilidad georgiana sale a la palestra.

Seguiremos informando. 

4 comentarios:

  1. Hola chicos,
    Hoy no sé por donde empezar... estoy con la boca abierta y babeando de envidia.Empezando por el desayunazo, la magnifíca fortaleza, el paisaje con las granjas !guauu, ese viaje arriesgado jeje en retroteleferico, el rinconcito del picnic y como remate esa cena ( muy buena opinta)en la vajilla de fiesta .! que bien os cuidan¡
    P.D. Me llaman la atención las columnas/ letreros de los pueblos .La de Khulo ,perfecta para aquella Marbella de Jesús Gil

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  2. Pues sí que está a tomar por Tago, pero parece que ha merecido muchísimo la pena. El teleférico genial. Qué experiencia! Por lo menos pintadito y con suelo, que los de Chiatura estaban tan oxidados que tenían boquetes.

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  3. Se me olvidaba. No recuerdo si te dije. En Batumi hay que ir a Dona Bakeshop & Cafe. Pasteles y tartas alucinantes...buscad en google la dirección. Y recordad que hay varios Luca Polare. No os preocupéis del dulce: en Estambul, dieta de kebabs!

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