miércoles, 12 de junio de 2019

Día #5: Kakheti (Signagi - Monasterios - Bodegas - Telavi

Hemos madrugado. Desayuno en la terraza a las 8.30. Bastante original con la ensalada georgiana de tomate y pepino que está tan buena que ya llevamos unas cuantas. 

Camino de nuestra primera parada del día, una bella instantánea del pueblo de Signagi. Nos ha parecido un pueblo muy bonito, sobre todo por donde está ubicado. Sin embargo, creemos que está demás enfocado al turismo. 

El Monasterio de Bobde es lugar de peregrinación porque aquí está enterrada Santa Nino (ya hemos hablado de ella, fue quien introdujo el cristianismo en el pais). La iglesia antigua no tiene capacidad suficiente por lo que han construido una nueva justo al lado.


El monasterio lo llevan unas monjas de clausura que se encargan de mantener así de bonitos los jardines. 


Las vistas del Valle del Alazani son muy bonitas...
Bajando por un camino entre árboles muy refrescante, llegamos a una fuente de agua milagrosa (tipo Lourdes, pero en formato pequeñito) donde la gente esperaba su turno para sumergirse en ellas... previo compra de la toalla. 



Siguiente parada, Kvuareli. Es un pueblo volcado en la cultura del vino. Rodeado de viñedos, tiendas vendiendo vino, muchas bodegas, etcétera. Y es que, como decíamos ayer, estamos en la cuna del vino, en los orígenes...


Algunas instantáneas del pueblo...






Hemos hecho una pausa para un cafecito, y lo típico en Georgia, un perro se nos ha acercado... buscando cariño (y si cae algo de comida, mejor). Es una pasada la cantidad de perros callejeros que hay (casi todos con su chapa anti-rabica en la oreja)...


Hemos querido hacer una visita a una de las bodegas locales. Hemos empezado con una cata de 4 vinos: 2 tintos y 2 blancos, secos y semi-dulces.  Estos últimos no nos han gustado demasiado, pero los dry, estaban bastante ricos. Ya decíamos ayer que hasta que no probáramos un vino con etiqueta, no podríamos opinar. Las variedades de uva, nada tiene que ver con las que conocemos. Hablamos de uvas autóctonas como la Saperavi tinta y la rkaziteli blanca.





Después de la cata, nos han  llevado a visitar las instalaciones de la bodega. Curioso ver las cúpulas metálicas al aire libre. 


Y las que no están al aire libre, de época sovietica las cubren con gomaespuma !
También tienen la zona tradicional georgiana de las kveris, esas vasijas de arcilla que entierran en el suelo y que pueden llegar a almacenar hasta 4000 litros !!!! Aquí las dejan durante un máximo de 8 meses, abriéndolas los primeros 2 para oxigenarlas, todo siguiendo un proceso natural de fermentación, sin aditivos.





Aunque también siguen métodos más conocidos, como las barricas de roble. 






De aquí, siguiente parada, otra bodega. Pero esta vez, no queríamos catar más caldos, sino ver las instalaciones, ya que se trata de unos túneles de 7  kilómetros de longitud que en su día eran un búnker para los rusos y que tras su abandono fueron utilizados como bodega, ya que tenían las condiciones óptimas de temperatura y humedad para el almacenamiento del vino local. 







Con tanto vino se nos ha pasado por alto que las visitas a los monasterios tenían hora de cierre. Así que nos hemos ido volando al primero de ellos, el de Nekresi. Situado en la cima de una montaña, está habitado por monjes.
Desde hace un tiempo, no permiten subir con el coche hasta arriba, por lo que hay que dejarlo en el parking a 1,5 km. Tienen un servicio de minibus que te sube... pero solo cuando hay un grupo mínimo de 10 personas... y como no había nadie al llegar y temiendo que nos cerraran el complejo, allá que nos puesto a subir. Vaya paliza que nos hemos dado, con desniveles de más del 20% y como si nos persiguieran. Menos mal que la recompensa ha merecido la pena. 

Este monasterio tiene una iglesia, una bodega y otros edificios menores. 





Pero sobre todo, te permite disfrutar de unas vistas sobre el valle del Alazani muy chulas. 
Una vez abajo, rápidamente hasta la siguiente parada, el monasterio-fortaleza de Gremi. Esta antigua ciudad fue en su día residencia de los reyes de la region de Kakheti. Su ubicación es también maravillosa. Con las montañas del Cáucaso siempre como telón de fondo, y la luz de la tarde en su justa medida, hacían del entorno algo precioso. 




Una vez dentro de la fortaleza, en la iglesia estaban oficiando misa...



Las dependencias del palacio, aunque pequeñas, tenían su encanto. Una primera salita con cuadros de los reyes que vivieron aquí. Luego una planta intermedia para llegar a la torre defensiva con vistas privilegiadas.







Y ya, sin más dilación, pero con los deberes hechos, hemos conducido tranquilamente hasta Telavi, la capital administrativa de esta región. La verdad es que la primera impresión ha sido bastante buena. No esperábamos mucho de ese pueblo de unos 20.000 habitantes, y hemos comprobado que tenía mucha vida, poco turistas y unos edificios muy bonitos...












Además, su fortaleza es uno de los pocos palacios reales medievales tan bien conservados en todo el país. 


Hemos cenado al aire libre, como casi todos los días en este viaje, y hemos buena cuenta de un vino blanco (con etiqueta!) que estaba muy bueno.




Y con el estómago lleno, paseo de vuelta a la guesthouse, donde Roberto se ha liado a hablar con unos georgianos, un guía y sus conductores de autobús de un grupo de rusos que les han dejado en el hotel. La amabilidad georgiana, ofreciéndome comida, cerveza y chacha (orujo local que es una bomba!)



Seguiremos informando.






4 comentarios:

  1. Lo que decía: tomate y pepino desde el desayuno!!!!!
    Menos mal que los vinos han cambiado a mejor...

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    1. Tras la primera toma de contacto con los vinos georgianos que no fue nada agradable, la de ayer en las catas ha mejorado (y con mucho) la percepción que teníamos. Aún les queda, pero irán progresando.

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  2. Hola chicos,
    Bonita zona y curiosas las bodegas. ¿ hacía frío Susana?
    Supongo que ya habréis disfrutado de buenos vinos , de la gastronomía no digo nada ,las fotos hablan por si solas.
    Besitos

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    1. Susana dice que sí, que hacía mucho frío. Y es que en estos túneles la temperatura se mantiene constante todo el año, alrededor de 14ºC.

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