domingo, 9 de junio de 2019

Día #3: Tbilisi (Abanotubani - Narikala - Metheki)

Tras la caladura de ayer noche volviendo de la Ópera, hemos dejado los zapatos en el alféizar de la ventana con la esperanza de que se recuperen con el calor y el sol que vuelven a reinar en el ambiente. 

Último día en Tbilisi que hemos organizado con la intención de ver la parte antigua conocida como Abanotubani, la de los baños sulfurosos. Hoy es domingo y las iglesias están oficiando misa. Curioso ver cómo la gente la sigue con fervor en el exterior de los templos. 





Hemos intentado entrar en la sinagoga un par de veces en el día, pero nos ha sido imposible...


La Plaza Meidan, es hoy el lugar de partida de nuestros recorridos. Aquí es donde antaño se encontraba el bazar más grande de la ciudad. Hoy es el centro de la vida nocturna más canalla. Aún conserva parte del mercado en una estructura abovedada bajo la plaza. 





Y es que estamos en el punto más concurrido de toda la ciudad...

Desde aquí, nos hemos acercado al río para disfrutar de Cuenca. Bueno, no exactamente, pero a que se le parece, con estas casas sobre el acantilado a punto de caerse al río en cualquier momento?






El Barrio de los baños sulfurosos es muy curioso con sus cúpulas y linternas que sobresalen sobre el terreno. Estos baños son espacios como los hamanes turcos, donde disfrutar de una sauna y baño frío, acompañado de masaje exfoliante si se quiere. 







Uno de los baños más lujosos, tanto por dentro como por fuera es Orbeliani, con sus mosaicos azules que brillan con la luz de manera espléndida. 



Ascendiendo la colina, hemos visitado la única mezquita de la ciudad, un ejemplo claro de la convivencia entre personas, por el ‘simple’ hecho de que aquí vengan a rezar tanto chiies y sunies, cuando en otras partes del mundo se matan entre ellos. 






Un poco más arriba, la entrada al Jardín Botánico, pegado a la montaña y con una serie de caminos por los que disfrutar de una buena sombra y en plena naturaleza, alejado del ruidoso tráfico. Diferentes cascadas, parterres, arboleda...












... y la más vistas bastante chulas...





Tras esta visita relajante, tocaba bajar por la calle Betlemi, a los pies de la Fortaleza Narikala. Aquí las casas abalconadas se desparraman colina abajo, algunas totalmente derruidas, otras dignas de museo...












Tocaba hacer un alto en el camino para comer, y nos hemos acordado del jardín del Ezo, por donde pasamos el otro día. Hemos pensado que podía ser una opción interesante estar a la sombra dado el calorazo que hace hoy. Y ha sido un acierto. Un remanso de paz para degustar platos típicos georgianos como una berenjena guisada con tomate y un guiso de ternera con patatas y verduras. Ambos estaban muy ricos. 




El lindo gatito del patio en un momento de descanso bajo las mesas....
Y de postre, otro Luca Polare. Por ahora el mejor, el de tiramisu. Ya solo nos quedan por probar 16 sabores ¿lo conseguiremos? Qué tendrán estos helados que tanto gustan a niños como a enanos !



Alguna curiosidad camino de la siestecilla...


Tras el breve sueñecito, y ya con menos sol, hemos vuelto a Meidan para ahora sí, cruzar el río y visitar el barrio de Metheki.  En este barrio lo primero con lo que nos hemos encontrado son la estatua ecuestre del rey fundador de la ciudad y que trajo la capital a Tbilisi. Justo al lado, la iglesia de Metekhi, sobre una roca con historia, aunque seguramente lo que más destaca sea su privilegiada ubicación, junto al río.




Hemos seguido subiendo para poder alcanzar nuestro siguiente objetivo, que no era otro sino esa iglesia que como si de un faro se tratara, se divisaba desde cualquier parte de la Ciudad. Se trata de la nueva Catedral de Sameba, inaugurada en 2004, siendo una de las iglesias más grandes de la iglesia ortodoxa, con capacidad para albergar a 15.000 fieles, ahí es nada! Pero solo sus dimensiones y ubicación son destacables puesto que su interior nos ha parecido muy frío....



Justo al lado de una d las salidas, las famosas limonadas Ladgize y claro, no nos hemos podido resistir. Hoy hemos probado la de uva... y la conclusión es que nos quedamos con el sabor de estragón.



Ahora tocaba bajar de nuevo al río, y la verdad es que resulta curioso que a la vuelta de esquina de la súper catedral, te encuentres con casas en ruinas, ocupadas, etc.


El descenso nos ha llevado al Parke Rike, donde hemos iniciado el ascenso en cable car a la Fortaleza Narikala. La hora era la perfecta, por la luz que empezaba a cambiar...



Y las vistas una vez arriba, sencillamente impresionantes!!! Podíamos apreciar, el contraste entre las iglesias, los edificios modernos como el Puente de la Paz, el Palacio de la Música al lado, el Palacio Presidencial con su cúpula de cristal, el Río...







Por fin hemos podido acercarnos a los pies de la Madre de Georgia, que es cómo llama a esta señora, que lleva una espada en una mano para sus enemigos y una copa de vino en la otra para sus amigos, curioso verdad ?



Tras disfrutar durante un buen rato de las hermosas vistas, de nuevo vuelta a la zona baja...

El parque Rike es un pequeño lugar de esparcimiento para los locales, y es también epicentro del futuro de esta ciudad y, por ende, de todo el país. Estos edificios y el icónico Puente, han sido nuestros ultimas visitas antes de empezar el roadtrip mañana mismo.










Seguiremos informando.

5 comentarios:

  1. Pues si que había cosas que ver y hacer en la ciudad. Me quedo con la idea de un lugar lleno de contrastes .

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  2. Veis cómo el estragón en bebida, comida, etc. está riquísimo??? Faltaría en helado! Y el helado de chocolate también muy muy rico (y el de higos!). Una pena que con el calor no apetezca un baño...te quedabas suavecito, suavecito!

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    1. Una sorpresa el estragón, y más en limonada. Pero es que es súper refrescante y está muy rico.

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  3. Hola chicos,
    Parece que hoy visitabais otra ciudad¡ cuantos cambios , que contrastes¡
    Besitos

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