Día #11: Vardzia - Khertvisi - Akhaltsikhe

Cambiamos de provincia, una vez más. Aunque parece que estos cambios de una zona a otra se hacen de manera fácil, nos lleva su tiempo. Por ejemplo, hoy han sido unas 3 horas de coche desde Kutaisi, hasta Akhaltsikhe, donde dormiremos esta noche. Pero es lo que tiene un roadtrip. Las vistas siguen siendo una gozada, y hoy especialmente había mucho tráfico (ya sabéis, tocaba adelantamientos en curva, con línea continua, sorteando vacas, esquivando potholes... una auténtica diversión!!!)

Hemos parado a hacer el check-in en el hotel recomendado por Luismi (todo un acierto, muchas gracias), y con las mismas de nuevo a la carretera. En este caso, menos tráfico y ganado suelto, pero más agujeros que nunca... vaya paisaje! Hemos pasado de verde bosque intenso a un entorno más rocoso...

El objetivo del día es visitar Vardzia, otra ciudad-cueva, muy diferente a la que fuimos el otro día, y si no mirar esta foto...

Vardzia fue creada en los s.XII y XIII, siendo la ciudad excavada más grande de toda Georgia. Aquí llegaron a vivir 50.000 personas repartidas en 3.000 cuevas, que se sitúan en las cavidades de la pared de la montaña a 100 m. del suelo, como si de una gran colmena se tratase. Tras un fuerte terremoto que acabó con gran parte de la ciudad, Vardzia se convirtió en un monasterio. A día de hoy siguen viviendo en Vardzia una decena de religiosos. Es un lugar para perderse entre centenares de habitaciones que aún se mantienen, sus trece pisos y túneles secretos.

El centro espiritual de Vardzia es la Iglesia de la Asunción. Es un templo que está parcialmente excavado, con una fachada de piedra fácilmente visible desde el exterior.

El interior está adornado con unos frescos que se consideran obra cumbre de la pintura georgiana en la Edad Media. En ellos se puede ver una imagen de la reina Tamar ofreciendo Vardzia a la Virgen.

De la iglesia salen una red de estrechos túneles que llevan a algunas estancias o a pozos. Esta es la única zona del complejo donde se puede ver como se extendía de forma subterránea. Flipante pasar agachado por los túneles!

Nos ha parecido uno de los must o imprescindible del viaje.

De vuelta, y salvando la tormenta, hemos parado a ver la Fortaleza de Khervitsi, una de las fortalezas más antiguas de Georgia, ya que sus orígenes se remontan al s.II a.C., aunque su aspecto actual data del s.XII.

A pesar de su interior ruinoso, es una de las fortificaciones de Georgia que mantiene su estructura en mejor estado de conservación.

El día estaba yendo de maravilla... y no se nos pasaba por la cabeza un broche final mejor que el que hemos tenido. Frente al alojamiento, se muestra imponente la Fortaleza de Rabat, una ‘ciudad’ dentro de la ciudad. Su posición estratégica, en mitad de importantes rutas comerciales que conectaban Georgia con Bizancio y el resto de países europeos, la convirtieron en el centro político, cultural y administrativo del sur del país. De ahí que albergara tanta mezcla de culturas. Aquí vivieron georgianos, armenios, griegos, rusos, turcos y judíos. Aún se pueden encontrar en la ciudad iglesias ortodoxas, una mezquita, una sinagoga y una madrasa. Aunque su visita la dejamos para mañana a primera hora (si la lluvia que ha empezado a caer con fuerza, nos lo permite)

Por cierto, toda una delicia disfrutar de la gastronomía georgiana desde la terraza del Guesthouse, con vistas a la Fortaleza iluminada. Hoy tocaba mtsvadi (carne a la barbacoa marinada en granada súper jugosa) y badrijani (berenjena a la parrilla recubierta con una pasta de nuez y ajo, sazonadas con ajika y cilantro). Regado con cerveza local y agua con gas de Borjomi.

Seguiremos informando.